La mayoría de los analistas de la guerra de Ucrania, y en general todos los que estudian la situación actual de Rusia, están obligados a hacer uso de un notable conocimiento de la historia. Esto puede hacer que se sientan tentados de hacer predicciones por medio de ella, pero los paralelismos nunca han servido para hacer futurología. La historia suele caracterizarse por lo inesperado.
Se cumplen 60 años de la firma del Tratado del Elíseo, suscrito por el presidente Charles de Gaulle y el canciller Konrad Adenauer el 22 de enero de 1963. De este Tratado surgió lo que los franceses llaman la “pareja” francoalemana, y los alemanes el “motor” francoalemán.
El discurso del canciller alemán Olaf Scholz ante el
Bundestag, convocado de urgencia el domingo 27 de febrero, puede calificarse,
sin temor a banalizar el adjetivo, de histórico.