Joseph Cotten y Orson Welles en una escena de “El tercer hombre”, de Carol Reed
Se cumplen 75 años del estreno de El tercer hombre,
la película que muchos críticos consideran como la más destacada del cine
británico. Tuvo bastantes galardones, y quizás el más acertado fuera el Oscar a
la mejor fotografía en blanco y negro, sin olvidarse del premio equivalente a
la Palma de Oro en el festival de Cannes. La fotografía reproduce un escenario
real: la Viena de la posguerra, dividida entonces en cuatro sectores militares
como Berlín. No es una película de “combate” de la guerra fría, como otras que
hizo Hollywood en aquella época. Por eso no ha envejecido, porque sabe retratar
pasiones y caracteres humanos que siguen existiendo en todos los tiempos.
Benedicto XVI CC M.Mazur (www.thepapalvisit.org.uk)
Hablar de Europa y remontarse al legado de Jerusalén, Atenas y Roma es un recurso habitual. También se suele hablar de las raíces de la cultura europea que parten del judaísmo, el mundo grecorromano y el cristianismo. Pero muchas de estas referencias se quedan en una visión historicista, que no es capaz de profundizar en lo que le sucede realmente a Europa.
George Soros y Henry Kissinger (CC Niccolò Caranti y World Economic Forum)
El historiador y profesor de relaciones internacionales, Walter Russell Mead, ha comentado en The Wall Street Journal las intervenciones de George Soros y Henry Kissinger en el foro de Davos. Ambos tienen en común ser nonagenarios, pues el primero tiene 91 años y el segundo acaba de cumplir 99. Los dos proceden de Europa Central, de Hungría y Alemania respectivamente, y escaparon siendo jóvenes de la persecución del nazismo contra los judíos para acabar instalándose en Gran Bretaña el primero y en Estados Unidos el segundo. Uno es un multimillonario defensor de la globalización y otro es un ex secretario de Estado y politólogo.
El presidente de Ecuador durante la Cumbre de las Democracias (CC: Presidencia de la República del Ecuador)
La Cumbre de las Democracias,
celebrada de forma virtual los pasados 9 y 10 de diciembre, ha sido una
iniciativa de la Administración Biden que ha pasado un tanto inadvertida,
aunque también ha sido objeto de polémica porque una iniciativa de este tipo
obliga a plantearse qué se entiende por democracia.